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Rocío G. Caro, el triunfo de la constancia o el arte del tesón de la costura, prepara su ópera prima.

 

» No había estancia que no estuviera repleta de trozos de telas orlándolas por doquier en sillas, mesas o incluso restos de las mismas por los suelos, maniquíes desnudos y, otros tantos, con vestidos repletos de pespuntes e hilvanes. Hilos y más hilos, carretes de ellos, formando una increíble tela de araña multicolor. Y percheros, muchos percheros repletos de trajes y vestidos, separados por tallas y tendencias.

Rocío, se mueve con toda la naturalidad  dentro de  ese mundo de retales,  elegante como siempre y atractiva como ella misma se sabe, no se inmuta aparentemente por el caos reinante. Está acostumbradadesde niña a vivir y estar entre agujas y los dedales y demás complementos son sus compañeros inseparables desde que todos los días se sentaba junto a su abuela para verla coser durante horas y horas. Y aprendía sólo con mirarla. Aprendía viendo como tomaba el canutillo de las agujas, como ensartaba el hilo en la misma mientras se ajustaba las gafas sobre la nariz, en sus ojos cansados. Cómo palpaba la tela, la acariciaba con la palma de sus manos suave, como si tuviese miedo a que se arrugara o estropeara. Y así, Rocío, fue creciendo entre agujas y dedales, entre patrones y lapicillos blancos para dibujar el tejido...

Y se hizo mujer. Una hermosa mujer.  Cosió y cosió hasta que los arreglos de los trajes o el cambio de hechuras de estos no tuviesen secreto alguno para ella. No existían, ni existen, horas en su reloj particular, no hay horario para su vida. Es lo que tiene convertir el trabajo en un hobbie.   Ahora aquella pequeña que acompañaba a su abuela se ha convertido en una profesional con taller propio. Un taller donde prácticamente no tienen cabida más patrones y vestidos a prueba o finalizados. Todos son cajas clasificadoras de botones, ojales, corchetes, cierres de mil formas y mil nacionalidades que guarda como un tesoro. Afortunadamente tiene la ayuda de dos chicas con ella y aún así el tiempo se le evapora por entre los dedos.

-Llevo cosiendo desde pequeñaja, Miguel. Aprendí viendo a mi abuela en el taller que tenía en La Palma del Condado. Y así fui subiendo escalones, de aprendiza hasta ahora.  Puedo decir que me considero autodidacta, pues no he hecho curso alguno de costura, ni de confección o de diseño. Ahora bien, he seguido todos los pasos prácticos de este mundo a base de un aprendizaje duro y sin pausa. La necesidad te obliga a aprender.

 -¿Cuándo y porqué te decides a dar el paso para montar tu propio taller?
-El día que me di cuenta de que mi iniciación había tocado techo. El día que me di cuenta de que estaba cansada de trabajar para otros y que me veía lo suficientemente capacitada para hacerlo yo sola. La gente venía a buscarme para todo, para un arreglo, para un vestido, para una camisa… me buscaban a mí. Y, entonces, me dije, ¿por qué no te montas tu propio taller? Y dicho y hecho. Hace ocho años, en avenida de Italia., tengo mi propia empresa.

-Y del taller de costura al diseño de ropa. ¿Qué te llevo a dar este paso?
-Porque creía en mis posibilidades. Me creo lo suficientemente preparada para ello después de un arduo aprendizaje. Son muchas las horas y las horas en esto. Así que cuando la chica que tenía para hacer los cortes y la confección se me fue me dije a mi misma que yo podía hacer su trabajo.  Hice algunas pruebas, vestidos más bien de corte simple y para niñas y a la gente le gustaban muchísimo. Después, como buena rociera que soy, me confeccionaba mis propios trajes con un diseño propio y mis amigas y las clientes que venían al taller empezaron a pedirme que les hicieran también a ellas. Y así prácticamente empezó todo. Por ejemplo, hace cinco años, con Mercedes Galán realice una muestra en la Peña Flamenca de Huelva y el resultado fue apabullante.

En todo el tiempo de la entrevista Rocío no ha parado un momento de dar retoques al traje que posa sobre el cuerpo de la bellísima modelo Raquel Montenegro. Se trata de un modelo de color negro, de hechura estilizada, caído de tela , largo hasta los pies. Un modelo muy elegante que resalta en el magnífico cuerpo juvenil de Sara. Lo mismo se agacha para coger los bajos que mete alfileres en las costuras de la cintura o levanta  o estira un poco el escote. A todo ello responde con un gesto típico de las sastras con un alfeizar, tomando de la boca el alfiler y pespunteando con él la tela.

-Y ahora te lanzas al ruedo púbico con una colección propia.
-Sí…- es el único momento en el que se para y me mira con los ojos muy abiertos y chispeantes- Llevo más de un año trabajando en esta colección. Le he dedicado y aún le dedico muchas horas, pues faltan siempre los pequeños detalles o alguna mejora que se me ocurre de momento. Te diré que de unos de los modelos que se van a exponer lo puse en escaparate gracias a Marita Casualwear y ya he vendido cinco. Eso si, todos ellos personalizados. Quiero darle a mi ropa un aire exclusivo, que no haya dos modelos iguales.

-Porqué no nos cuentas todo lo relativo a tu opera prima dentro del mundo del diseño
-Mira que he participado en infinidad de pasarelas, pero nunca me podía imaginar en la vida lo dificultoso que es montar una colección. Diseñar y confeccionar los trajes me ha llevado más de un año y una cantidad de horas diarias de trabajo que no se pueden contar. Ha habido días en los que me he levantado a las siete de la mañana y me han dado las cinco del día siguiente y así las jornadas festivas y laborales jornadas se confundían sin solución de continuidad…

-Háblanos de los trajes que presentas.
-La colección se llama “Alfileres de colores” y la componen un total de 50 trajes, aunque al final no salgan todos, pero si sobre los cuarenta y tantos. Los trajes van a ser de fiesta y de calle y va dirigido a una mujer joven, dinámica y atrevida. Pero sobre todo a una mujer elegante y destacar que no estamos hablando de una ropa de corte casual sino de vestir, en el sentido concreto de la palabra. Además, ten en cuenta que la pasarela no va a ser solo para mayores sino que será conjunta, pues junto a los vestidos de las mayores he realizado una colección para las niñas y niños. Para ello cuento con la ayuda de ocho modelos profesionales y de tres niñas y dos niños. Este es el  bosquejo actual, pero todavía quedan unos veinte días para el Acto y hay muchas que pulir y perfilar. En fin, toda una labor artesanal, tanto en el diseño del vestido en sí como en los complementos de los mismos.

-Qué predomina más en tus diseños y que colores usas.
-Los colores son muy variados. Los amarillos, rojos, fucsias, verdes , naranja, etc.  La inspiración de esta colección , no podía ser de otra forma, es lo flamenco y por ello predomina la pasamanería, los lunares, bordados, ondulinas y sobre todo los volantes. Los volantes es esencial y fundamental en esta colección, de tal manera que hasta en los carteles donde se anunciará el desfile el volante va a ser la portada. Quiero que la gente se fije en él y sienta curiosidad de saber de qué se trata. En nuestra tierra el volante es magia, es un sentimiento de amor, de sensualidad y fuerza.

-Parece que sigues una línea muy acorde a Vitorio&Luchino.
-En absoluto. Los respeto como diseñadores y confeccionistas pero para mi gusto sus trajes son demasiados recargados. No me fijo en ellos ni en nadie en particular. En todo caso, los que si adoro y me entusiasman son Balenciaga o Ralph Lauren.

-En resumen….
-Resumiendo, el próximo viernes 3 de octubre la calle Vázquez López de la ciudad se engalanará con una gran alfombra roja desde el centro de belleza de María José García Gil hasta la altura del restaurante Portichuelo, abarcando toda la plaza central del Gran Teatro. Que la música flamenca de un excelente artista cuyo nombre dejo ahora en suspenso acompañará, con su grupo, el desfile y que preciosas mujeres y pequeños lucirán estos trajes que he hecho con todo mi amor y espero que sea del gusto de todos los asistentes. Quiero que sea algo totalmente nuevo en la ciudad, algo que quede grabado y que me sirva de trampolín en esta nueva etapa de mi vida.

Es Rocío G. Caro cuyo nombre profesional, como diseñadora, es a partir de ahora Rocío Ciaro. Una mujer de bandera dentro de una modista excepcional. Belleza, trabajo y arte en una sola persona.

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